¿Cómo diferenciamos una úlcera crónica péptica de una gastritis?
Una úlcera crónica es el resultado de un desequilibrio entre los factores agresivos y defensivos de la mucosa gastroduodenal y la bacteria “Helicobacter pylori”, que se considera la causa más frecuente de este trastorno. La Organización Mundial de la Salud, considera que el 50% de la población mundial está infectada con Helicobacter Pylori, la cual es la principal causa de la gastritis y la úlcera péptica.
Se le conoce como úlcera péptica a las lesiones que se presentan en la capa más superficial de la mucosa que recubre el estómago o duodeno, que es la primera porción del intestino delgado. Cuando la úlcera aparece en el estómago, se denomina úlcera gástrica, cuando aparece en el duodeno, se llama úlcera duodenal. Sin embargo, el malestar puede ser difícil de diferenciar, por ello es importante precisar que lo que distingue tanto a la gastritis como a la úlcera gástrica es que son lesiones ubicadas en el estómago o en el duodeno, cuya principal molestia es el dolor en la parte superior del abdomen.
La gastritis es una inflamación e irritación de las membranas del estómago, por otra parte, la úlcera gástrica se trata de una herida en el revestimiento del estómago o intestino delgado. Hoy en Ozonocell, platicaremos ampliamente sobre las diferencias entre ambos malestares, para los que contamos con la aplicación de anestésicos tópicos, que tienen la finalidad de disminuir en gran medida el dolor.
Lo primero que debemos recordar es que el estómago produce ácido clorhídrico, que es una sustancia que ayuda en el proceso de digestión de los alimentos. El ácido clorhídrico junto con otros ácidos gástricos, juegan un papel muy importante en el aparato digestivo, ayudando a descomponer los alimentos y además provocando la liberación de enzimas que facilitan la digestión. Además, esta sustancia protege el estómago contra enfermedades, eliminando patógenos que comúnmente se pueden ingerir con los alimentos.
Generalmente, el interior de nuestro estómago posee un pH ácido de alrededor de 4 a 5. Sin embargo, cuando comemos, se eleva la producción de ácido clorhídrico y el pH del estómago puede bajar a 1 o 2, convirtiéndose en un medio extremadamente ácido y hostil a cualquier elemento orgánico. Es entonces el objetivo de la pared gruesa de moco, el de proteger que el ácido producido, no corroa la pared del propio estómago, sirviendo como protección para su membrana mucosa, que es el tejido que cubre la pared interior. Es entonces que las úlceras se producen, cuando hay una falla en esta protección, ya sea porque la cantidad de mucosa se redujo o porque la cantidad de ácido se volvió excesiva.
Se le llama gastritis a la inflamación de la mucosa gástrica, causado por el aumento en el ácido clorhídrico, para la debida ingesta de los alimentos. Se trata de una anomalía funcional del estómago, caracterizada por dolor, acidez estomacal, indigestión y ardor; puede ser aguda o crónica. Las causas de la gastritis son variadas, desde el alcohol, el café, los alimentos fritos y las especias en general. El estrés, el nerviosismo y la ansiedad también son causantes, debido a que a menudo se le asocia con factores nerviosos, psicosomáticos, hábitos alimenticios o como resultado de estilos de vida estresantes o acelerados, en los que por lo regular no se respetan los horarios para ingerir los alimentos. Otro factor relevante es la herencia, que vuelve a las personas muy susceptibles a la enfermedad. Recientemente surgió la teoría que apunta hacia la posibilidad de que la bacteria Helicobacter pilori desarrolle gastritis y úlceras.
Por otra parte, la úlcera estomacal crónica puede llevar a que se presente sangrado, perforación u otras emergencias. En el año de 1983, se logró aislar y cultivar bacterias en el estómago y posteriormente clasificarlas como pertenecientes al tipo Helicobacter pylori, momento en el que se abrió un nuevo y fascinante campo de investigación de la zona estomacal. En aquella década se sabía que si con medicamentos se mantenía a un mínimo la producción de ácido por el estómago, por un tiempo adecuado, las úlceras cicatrizaban en un 95% de los casos. Sin embargo esa cicatrización no era sinónimo de curación, pues la experiencia demostraba que la mayoría de las úlceras reaparecía dentro del primer año en que se diagnosticaban.
Los síntomas de una gastritis y una úlcera son parecidos, ambos producen dolor en la región alta del abdomen, sobre el ombligo, referido como “ardor o vacío”, aparece en cualquier hora del día, e incluso puede despertar al paciente en la madrugada. Es característico que esté presente por semanas o meses, para luego desaparecer por periodos variables de tiempo, el dolor de la úlcera crónica, puede tener similitud con otros desórdenes digestivos y viceversa. A continuación les compartimos algunas de las diferencias y síntomas mayormente característicos:
- En la gastritis, el dolor puede ser de tipo prolongado y punzante, dando la sensación de una quemadura.
- Cuando se trata de casos de úlcera, el dolor se presenta cuando el estómago se vacía y se alivia al momento de ingerir alimentos; pero en cambio con la gastritis, se agrava al ingerir alimentos.
- Una de las primeras diferencias radica en que la gastritis es conocida como el proceso inflamatorio debido a malos hábitos alimenticios, en cambio la úlcera gástrica es una herida en la mucosa que ha dañado hasta la capa muscular.
- La evolución de la gastritis puede causar úlceras estomacales crónicas.
La gastritis puede manifestarse con acidez, llenura, vinagretas, saciedad precoz, distensión, malestar después de la ingesta de alimentos o ardor en la “boca del estómago”, dichos síntomas son generalmente crónicos y recurrentes. La úlcera crónica, en cambio, presenta síntomas mínimos de ardor abdominal y en algunos casos severos, vómitos con sangre y presencia de heces negras. Así mismo, es preciso mencionar que tanto la gastritis como la úlcera gástrica, son padecimientos controlables mediante la utilización del tratamiento adecuado, ejercicio regular, una dieta balanceada, un control estricto de la ingesta de alimentos, acompañados del tratamiento con ozono.
En Ozonocell nos ponemos a sus órdenes para el tratamiento de sus malestares estomacales como la úlcera crónica, a través de nuestro tratamiento que regula el sistema nervioso, penetrando a través de las arterias del intestino, regenerando así la flora intestinal. ¡Será un placer atenderles en persona!