El dolor de espalda es más frecuente de lo que suponemos, de hecho es probable que entre el 80 y el 85 % de la población mundial lo padezca o haya padecido de dolor lumbar. Este se ubica en la región lumbar de la columna y su diagnóstico se efectúa mediante una historia clínica.

Los trastornos mecánicos son la causa de gran parte de las lumbalgias, sin embargo el dolor de espalda o lumbar puede ser reflejo o  señalamiento de otro tipo de enfermedad. Cabe señalar que la mayoría de las personas que sufren de este dolor, mejoran en un término de una a dos semanas.

dolor lumbar

Causas

Pueden ser de varios orígenes, aunque generalmente este tipo de dolores son de origen mecánico, ya que pueden asociarse a desgaste natural o degeneración de la columna, especialmente en las articulaciones y en los huesos de la columna, así como la degeneración de los discos intervertebrales.

Los esguinces y las contracturas musculares son responsables por el dolor de la región lumbar agudo, producido por estiramiento excesivo y desgarro de ligamentos, o por desgarros musculares o de los tendones, los cuales se presentan al cargar o jalar cosas pesadas o por movimientos de torsión bruscos.

Asimismo, el desgaste o degeneración del disco es una causa de este debido al envejecimiento, ya que estos pierden su capacidad de amortiguación.

Ciática

Es una compresión del nervio ciático que produce dolor radiculopático, quemante o como shock eléctrico.

La hernia de disco ocurre al comprimirse las raíces que salen por los agujeros de conjunción y causan lumbalgia.

Espondilolistesis

Ocurre por un deslizamiento hacia delante de una vértebra de la parte inferior de la espalda, la cual puede causar dolor debido a la inestabilidad.

Asimismo, en adultos mayores de 60 años, el dolor lumbar está dado por artrosis o a consecuencia de estenosis vertebral o fracturas.

La estenosis vertebral es un estrechamiento de la columna que produce presión sobre la medula espinal o los nervios, causa importante de la lumbalgia, que puede producir entumecimiento y, posteriormente, debilidad en las piernas y pérdida sensorial.

La  escoliosis es una irregularidad esquelética que produce una curvatura anormal de la columna.

Las lesiones traumáticas se producen por accidentes, por deportes, por una caída o por un salto anormal y pueden lesionar ligamentos y músculos, causar compresión de la columna, así como de los nervios espinales que se comprimen y se irritan.

El síndrome de cola de caballo (cauda equina), cuya complicación es grave, pero por fortuna es poco frecuente y se ocasiona debido a la rotura de un disco que mete su material al canal espinal, comprimiendo el plexo lumbar y sacro, causando incontinencia urinaria y fecal, por lo que, de hecho se maneja como una urgencia, ya que puede dejar incapacidad permanente.

Las infecciones, como la osteomielitis vertebral, la infección de los discos (discitis) o las infecciones de la articulación sacroiliaca, son causa de dolor lumbar o de sacroileitis.

La osteoporosis es una enfermedad metabólica que disminuye la mineralización de los huesos así como su densidad y fuerza, llevando a rupturas dolorosas de vertebras y otros huesos.

Los tumores son una causa rara de lumbalgia, pero algunas veces comienzan en la espalda y los más frecuentes de este tipo de dolores, son por metástasis de otros canceres, como por ejemplo el de próstata.

Otros problemas no menos importantes como factores de riesgo, son:

La edad

Con los años, el dolor se vuelve más común, aunque éste puede iniciar entre los 30 y 50 años, pero al envejecer se pierde la elasticidad, la fuerza y el tono muscular, los discos se deshidratan y pierden lubricación, causando dolor de la región lumbar aunado a la osteoartrosis.

El sobrepeso:

Es la causa que con mayor frecuencia contribuye a una menor movilidad y menos fuerza muscular, produciendo compresiones vertebrales causantes del dolor de la región lumbar.

En ocasiones, los trabajos pueden ser riesgosos para la columna, sobre todo aquellos que requieren jalar, cargar o empujar objetos pesados, asimismo, los trabajos sedentarios donde se pueden adquirir malas posturas también causan dolor de espalda.

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El diagnóstico del dolor lumbar empieza por los detalles de una historia clínica y una buena exploración, es importante saber el inicio de los síntomas, el tiempo que ha transcurrido desde su inicio, así como la intensidad del dolor.

De igual forma, los estudios radiológicos son necesarios, sobre todo cuando se sospecha de una afección más grave. Así mismo, las radiografías pueden mostrar vertebras lesionadas, fracturas, posibles deslizamientos de la columna y posibles disminuciones de los movimientos, incluso quizá una inestabilidad de la columna.

La TAC  o Tomografía Axial Computarizada, muestra una nitidez mejor de la columna, por lo que sus imágenes nos muestran las estructuras tridimensionales más importantes para el diagnóstico.

La IRM  o imágenes de resonancia magnética, no radia al paciente ni a los técnicos puesto que emite fuerzas magnéticas en lugar de radiaciones. Este estudio produce imágenes musculares, de tendones, ligamentos, vasos sanguíneos, etcétera. Es no invasivo y, además, es considerado el estudio de oro en el diagnóstico de problemas agudos y graves de lumbalgias y de otras zonas del organismo como rodillas, columnas cervicales, abdomen, tórax cráneo, entre otras.

Asimismo, la electromiografía, puede valorar la presencia de una paniculopatía muy específica, por medio de estudios de conducción nerviosa y potenciales evocados, en el cual se miden las actividades eléctricas emanadas del cerebro o de la medula espinal; la información detecta si hay lesión en el nervio, si tiene una baja de señal nerviosa, los potenciales evocados estimulan un nervio sensorial y registran la velocidad de trasmisión nerviosa que va desde el cerebro.

Ahora bien, el ultrasonido usa ondas sonoras que chocan sobre superficies corporales, estas ondas se gravan y dan una imagen en tiempo real y estas pueden obtener desgarros musculares, ligamentarios y de otras masas o imágenes de tejidos estudiados.

Tratamiento: Dependerá de la intensidad y cronicidad del dolor, así como si existen evidencias de lesiones que ameriten tratamientos más complejos o severos. Los tratamientos son convencionales y primarios, mismo que pueden iniciarse con compresas frías y calientes que ayudan a reducir la inflamación, reduciendo el dolor y mejorando la movilidad.

  • Reposo: La cama debe limitarse tan pronto como se pueda, se debe efectuar actividades diarias, deben iniciarse ejercicios de estiramiento, el reposo en cama prolongado solo lleva a depresión, falta de tono muscular y mayor tiempo de posible rehabilitación.
  • Fisioterapia:Los ejercicios mejoran la flexibilidad y la movilidad, especialmente el fortalecimiento de los músculos que estén dañados; en esta entrada nos referimos de manera específica a los de la región lumbar.
  • Ejercicios de fortalecimiento:Son solo los complementos de la fisioterapia, y aunque no se recomiendan en el dolor agudo, sí pueden ser una manera de mejorar el dolor.
  • Los medicamentos: Existe una gran variedad, algunos son de uso común y otros requieren de prescripción médica.
  • Los analgésicos: Son diseñados para disminuir y aliviar el dolor, algunos como el acetaminofén, indometacina o diclofenaco son de uso cotidiano, también están los opioidescomo la codeína, oxicodona, hidrocodona y la morfina, estos deben usarse bajo vigilancia médica y por cortos periodos.
  • Los antiinflamatorios(AINES), alivian el dolor e inflamación, aquellos como el ibuprofeno, naproxeno, ketoprofeno, COX2 y otros, son los que menos problemas gástricos producen, sin embargo a largo plazo pueden ocasionar retención de líquidos, además la combinación con otros medicamentos puede alterar su función.
  • Anticonvulsivantes:Son útiles en las radiculopatías y como antineuríticos.
  • Antidepresivos: Como tricíclicos o inhibidores de la recaptura de serotonina y norepinefrina, se ha comunicado su utilidad en el dolor de la región lumbar, pero es controversial su uso en el dolor crónico.

Asimismo, existen otros tipos de manejos del dolor específico de la región lumbar, como manipulaciones y quiropraxia. Las manipulaciones son movimientos rápidos, sin que el paciente tenga control, por ello el uso de esta técnica es de poca calidad o beneficio.

La tracción es el uso de pesas y fuerzas constantes para jalar gradualmente la estructura vertebral, especialmente si se siente alivio mientras se lleva a cabo la tracción; es temporal, una vez se quita la tracción, el dolor tiende a volver y no hay beneficios que confirmen su buen resultado.

La acupuntura necesita un gran conocimiento de los puntos específicos del cuerpo, ya que al manipular estos puntos se pueden liberar substancias naturales analgésicas como: serotonina, endorfinas y otras.

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Los bloqueos nerviosos, se llevan a cabo en áreas específicas del cuerpo, puede ser con anestésicos locales, substancias neurolíticas como alcohol o formol, se pueden usar toxina botulínica o esteroides, tanto en tejidos blandos como en nervios, el éxito de los bloqueos depende de la habilidad médica de localizar adecuadamente los nervios.

Los esteroides por vía epidural son otra opción de alivio del dolor, quizás sea a corto plazo y es inespecífico y puede ser distinto el efecto y duración para cada paciente, por lo mismo, su uso no es recomendable por largos periodos.

Cirugía para cuando los tratamientos conservadores no han sido efectivos o han tenido poco efecto sobre las molestias o dolores lumbares, y si este es considerado como peligroso, el recurrir a la cirugía puede ser una opción. Los procedimientos no siempre son exitosos y conllevan entre un 35 a 40 % de malos resultados o dolor residual, por lo que solo mencionaremos algunos de ellos y sin entrar en más detalles:

  1. La vertebroplastía o cifoplastía
  2. Laminectomía
  3. Disectomía
  4. Microdisectomía
  5. Foraminotomía
  6. Descompresión electrotécnica discal
  7. Nucleoplastía

Y otros tratamientos como denervación con radiofrecuencia, fusiones vertebrales y remplazo de disco artificial.

En Ozonocell contamos con los recursos completos para brindar un mejor tratamiento para las lumbalgias, dependiendo de por qué sea producido el dolor lumbar, nuestros tratamientos abarcan desde dolor local, el cual tratamos con el uso del ozono intramuscular así como hemoterapias menores, que consisten en inyectar sangre del mismo paciente ozonificada en sitios dolorosos, al uso de ventosas con ozono continuo, en contracturas musculares y en eventos traumáticos localizados.

Asimismo, en hernias discales nuestra experiencia y atención nos da excelentes resultados en su tratamiento. La discólisis percutánea es un procedimiento mínimo invasivo (sin cirugía),  por infiltración, con sedación y anestesia local, ¡Los esperamos!

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